25 de septiembre de 2008

Tertulias de Poesía
“El cinco a las cinco”
en el
CIRCULO DE ARTISTAS

Organiza:
Colectivo Cultural “Giner de los Ríos”

Colaboran:
UNICAJA: Fundación Ronda,
Muebles Artesanos “La Cancela”
Bodegas “La Sangre de Ronda”
y Comarcal Ruiz, s.l.

Coordinada por:
ANI ROSILLO

Presentación del tomo IV
de la colección “VIOLETA”


“Como un alfiler de frío”, homenaje a su autor
JESUS ORTA “INDIO NABORI”, de CUBA

Música a cargo de :

JUAN MIGUEL MELGAR BECERRA, de Arriate

Se obsequió a los asistentes con el
“Cuadernito de Poesías” y el libro presentado

 




Rueda de Prensa



Rafael Calle, responsable de la grabación digital de las Tertulias,
Juan Miguel Melgar, que cantó en la Tertulia y Responsable de Colectivo




`

Jesús Orta Ruiz, 'Indio Naborí', poeta
Premio Nacional de Literatura de Cuba, 1995

Nace en Guanabacoa el 30 de septiembre de 1922
Murió, en LA HABANA,  el 31 de diciembre de 2005


Murio el mayor representante de la decima cubana, Indio Nabori

LA HABANA - El poeta Jesús Orta Ruiz, conocido como "El Indio Naborí", uno de los más destacados decimistas de Cuba, murió en la madrugada del viernes en esta capital, informaron medios de prensa locales. Tenía 83 años.
Orta nació en 1922 en las inmediaciones de La Habana en el seno de una familia campesina, de la cual heredó la tradición de los colonos hispanos afincados en la isla.
Desde niño mostró un don natural para la versificación y la improvisación de las décimas, un género típico de raigambre rural en la nación caribeña del cual él mismo fue un renovador.
En una faceta menos conocida por el público, Orta también trabajó formas más clásicas como sonetos y romances; así como el verso libre, pero siempre con temáticas campesinas o folklóricas y sociales.
En 1959 se sumó al movimiento revolucionario y ejerció el periodismo. Recibió el premio Nacional de Literatura en 1995.
Orta fue autor de unos 20 poemarios y no dejó de escribir ni cuando la diabetes lo dejó ciego. De momento no se informó la causa que ocasionó su fallecimiento, que fue sentido por muchas personalidades de la cultura isleña.
"Todos bebimos de él", dijo a periodistas el director y compositor de la popular banda "Los Van Van", Juan Formell.
Por su parte, el escritor Pablo Armando Fernández lamentó el deceso como si fuera el de "un hermano" y la actriz Daysi Granados aseguró: "Naborí cubrió una etapa hermosa de la revolución triunfante de enero de 1959 que llenó con
su poesía precisa".

Entrega de la placa dde nombramiento de Presidente de Honor del Colectivo al Prof. Don Jesús Orta "Indio Nabori" por el Responsable del Colectivo. En su casa, La Habana República de Cuba, febrero 1996

 

 


Carmen Rodriguez y Ani Rosillo, leyendo la obra de Jesus Orta "Indio Nabori"


 

 

Libro presentado


Portada y Contraportada de la publicación

 

INTRODUCCIÓN A NABORí
por Virgilio López Lemus

 

A la poesía del comienzo del siglo xxi, pareciera que le faltase ternura, que renunciara a cantar al seno de la familia, a la muerte inmediata, al dolor humano tan eterno como lo pueda ser nuestra especie… Las búsquedas formalistas, el deseo de experimentación, la fuga de la intimidad y de la introspección, el afán de dar testimonio conversacional sobre las circunstancias, han ido dominando el panorama creativo de un género esencial al ser humano.
Entonces, cuando nos enfrentamos a una poesía como la de Jesús Orta Ruiz (La Habana, 1922-2005), cuyo seudónimo literario es ya todo un mensaje: El Indio Naborí, algo de la desgarradura del ser se nos ofrece en su lenguaje sumamente refinado, en su vocación por cantar a la muerte, pero bien afincado en la vida, o en su compromiso con la circunstancia. La poesía de Naborí se desborda en sentimiento sin sentimentalismo frívolo, y campea de una manera diáfana y ahondadora en la elegía, que es a mi juicio su mejor territorio, el de logros líricamente más elevados de su creación personal.
El octosílabo, de larga tradición hispánica, es el metro central de su obra poética, y sustenta su vasta producción en décimas. Este poeta ha sido considerado como el paradigma del decimismo de las tradiciones oral y escrita del siglo xx cubano, lo que no es poco decir, si se tiene en cuenta que prácticamente pueden contarse con los dedos de una mano los poetas de Cuba que no hayan cultivado esa estrofa, sobre todo en su modalidad espineliana, y que es el centro de la expresión de la cultura popular tradicional desde fines del siglo xviii hasta nuestros días. Naborí logró elevar a gran arte ese venero popular, siguió las huellas del neopopularismo español y lo adaptó a las circunstancias insulares, para convertirse en el primer poeta cubano proveniente de la tradición oral cantada, que realizara a la vez una alta obra poética escrita.
El segundo metro de su preferencia es el endecasílabo, que sustenta sus sonetos, entre los que se hallan los diez magistrales de “Una parte consciente del crepúsculo”, entre los mejores de la gran tradición sonetística cubana. El verso libre o semilibre aparece en los poemarios posteriores a 1970, en especial en Entre y perdone usted (1973), hasta los últimos libros que publicó ya casi al final de su vida. En menor cuantía, cultivó otros metros, como el alejandrino, el pentasílabo, el hexasílabo, el heptasílabo y otros de arte menor o mayor. Es amplio el predominio de la décima en toda su obra, pero el soneto ocupa un lugar de privilegio, así como el romance, las cuartetas, las redondillas... Utilizó con mucha menos frecuencia el villancico, las endechas, el hai-ku, cosantes, pareados, tercetos libres y cuartetos o serventesios. 
Los temas esenciales de su obra, dividida en social y política e íntima y familiar, son: 1) La patria. Desde el, decimismo improvisado hasta la poesía política concebida para la declamación en tribunas, Naborí exalta a Cuba, al pueblo cubano, a los símbolos nacionales y la historia insular. 2) La Revolución. Poeta militante, escribió abundante poesía de servicio, partidista y de ocasión, sobre los más diversos temas relacionados con las luchas del pueblo cubano, el ascenso al Poder de la Revolución y su transformación en construcción socialista. Naborí cantó a multitud de labores y situaciones coyunturales del proceso revolucionario, por lo que debe considerarse uno de sus principales “historiadores”, uno de sus poetas centrales y paradigmáticos. 3) Relacionado con el tema anterior, son numerosos sus textos sobre héroes, mártires, dirigentes políticos y revolucionarios; ello se manifiesta también en homenajes, elegías e himnos dedicados a personalidades de la historia nacional, continental y mundial.  Pase de lista a la medida de sus nombres es uno de los libros representativos de esta vertiente temática. 4) La familia. Naborí cultivo una poesía del amor filial, donde sobresalen la esposa, los hijos, el hogar y sus costumbres, los amigos dentro de este ámbito de la philia. 6) El amor. Su obra es mucho más propiamente de un poeta de la Philía que de Eros. Desde la Pieté griega a la Fraternité francesa, Naborí ha sabido cantar también a ese tipo de amor que es la Amitié, la amistad, la sympatheia entre personas con franca apertura hacia la solidaridad humana. Pero una dosis de poesía de amor deja traslucir una filiación neorromántica, que también subyace en su poesía popular y política. 7) El paisajismo. Expresa el campo cubano y la salida descriptiva del paisajismo cucalambeano (procedente de la tradición romántica fundada en el siglo xix por Juan Cristóbal Nápoles y Fajardo, llamado El Cucalambé, poeta de la misma familia creativa de Naborí). La flora y la fauna cubanas aparecen en una poesía agreste, en la que se muestra el campesino como clase social y como ser inmerso en la naturaleza. 8) Fugacidad de la vida. Naborí escribió asimismo una poesía metafísica sobre la vida y la muerte, la fugacidad del tiempo humano, de abierta sensibilidad barroca y tono elegíaco. 
Hay que advertir que en toda su poesía predominan el himno, el tono de celebración, la oda y el tono enfático, pero en el ámbito elegíaco alcanza páginas antológicas, tanto en la doble dirección de lo elegíaco social como familiar. Quizás el ejemplo cimero sean las décimas de “La fuga del ángel”. A veces adopta un tono conversacional que lo acerca a la corriente coloquialista, que predominó en los años sesenta en Cuba y en la poesía de lengua española, sobre todo Hispanoamericana, de ello es buen ejemplo su libro Entre y perdone usted. En Naborí hay una oda agreste y un canto llano que no dejan paso al canto gregoriano, o coral, si bien alguna de su poesía tribunalicia puede ser “montada” como espectáculo de interés performático coral.  La inclinación central de su poesía, sin embargo, es la del hombre cantando a su circunstancia, su destino, su hábitat, su identidad.
Más allá de su declarada ideología marxista-leninista, el poeta asume también un tono metafísico, muy relacionado con el elegíaco, que llega a adquirir un lenguaje filosófico, reflexivo y de cierto grado de trascendentalismo, en el que está presente Dios. El neorromanticismo le ofreció el impulso esencial e inicial a su poesía. Desde él escribió sus primeros libros de décimas y sobre todo su primer libro importante: Estampas y elegías (1948), así como luego sus singulares Boda profunda y Elegías a Noel, ambos de la segunda mitad de la década de 1950. En los años ‘60 evolucionó hacia un coloquialismo afín con la ideologización de sus textos políticos, de su reflejo de la circunstancia histórica revolucionaria, y ofreció poemas de tribuna y combate. Pero en Naborí  el neocriollismo y el neopopularismo se entrelazaron y fueron fundamentales en su concepto de la poesía. Superó al criollismo decimonónico y la fuerte influencia de El Cucalambé hasta la mitad del siglo xx, dado que Naborí transformó, modernizó, adaptó lo identitario y lo criollo a los nuevos tiempos y circunstancias mediante una base popular, que se caracterizó por el afecto hacia las formas clásicas y más populares de la lengua española, por su amor a los metros de arte menor y en especial, como  ya vimos, del octosílabo, sobre la base de un detenido estudio de la poesía barroca, de las figuras esenciales del Siglo de Oro y el influjo de la Generación del ‘27, en especial de Federico García Lorca.
Nuestro poeta fue una de las figuras más brillantes de la poesía llamada “popular”, de la lírica improvisada. Pero Naborí avanzó desde el folclor y el color local y excluyó cierto populismo reinante en la décima de ocasión propia de la propaganda comercial imperante; ello se comprende debido a su elección por una poesía legítimamente popular y clasista, del campesinado cubano. En su obra impresa se manifestó un evidente refinamiento tanto en la lírica oral cantada como en la impresa, dado por el empleo de la metáfora y cierto uso de un encabalgamiento no violento que hacía de la décima, aun cuando su fin fuese solo la escritura, letra para ser cantada. Con Naborí se produjo en la década de 1940 un cambio estético fundamental en el estilo de la décima popular cubana. Al neopopularismo, sumó elementos sentimentales propios del neorromanticismo, a la par que se advirtió en su obra una  conciencia estética mucho más definida que la de cualquier improvisador de versos de la tradición cubana. 
Así, el poeta popular –de la oralidad-- devino poeta culto –propio de la escritura--, sin abandonar su estirpe de improvisador. Hay en él una separación funcional, pero no un divorcio, entre el poeta natural y el poeta de cultura adquirida para el ejercicio poético. Con el advenimiento de la Revolución, el poeta de referentes sociales se transformó en otro de militancia y servicio. Su fuerte presencia dentro de la amplia poesía social cubana, no le hizo abandonar el otro camino suyo dentro de la poesía intimista.
Definitivamente reconocido como el mejor autor de décimas del siglo xx cubano, Jesús Orta Ruiz no renunció nunca a ninguna de las ganancias esenciales de su evolución creativa. Cuando en 1995 se le reconoció, por fin, con el Premio Nacional de Literatura, por primera vez ese galardón máximo para un escritor cubano reconocía a la gran poesía popular por medio de uno de sus poetas de mayores alcances, pero también se distinguía al ensayista que hizo estudios sobre la estrofa que tanto cultivó, la décima espinela, y al  periodista que publicara tanta crónica en la prensa cubana. No hay hombre o mujer residente en el territorio nacional cubano que no lo conozca, que no lo haya leído o escuchado. Su nombre de insigne poeta se extiende de un extremo a otro de la isla de Cuba, cubre todo el territorio nacional, y ha devenido uno de los poetas populares más reconocidos de la cultura hispanoamericana. Esto último también fue asumido en España, cuando en 2003 fue propuesto para el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Independientemente de los lauros, que le llegaron tras pasar sus setenta años, Naborí alcanzó el más alto galardón que poeta alguno puede recibir: el reconocimiento, el amor y la entera simpatía de su pueblo.
Concluyo con una anécdota. La mañana en que me dirigía al funeral del poeta, pedí al taxista que, por favor, me dejara próximo a la funeraria. En seguida me preguntó si tenía algún familiar allí, y le dije que se trataba del funeral del Indio Naborí. De manera súbita, en voz muy alta y llena de asombro, aquel hombre casi saltó en el asiento, mientras exclamaba: «¿¡Se murió el Indio Naborí!?» Me emocionó mucho esa reacción de un hombre del pueblo, que quizás yo hubiera creído muy alejado de todo interés por la poesía. Lo anecdótico va mucho más allá de la casualidad: El Indio Naborí sigue siendo hoy mismo uno de los poetas más amados por el pueblo cubano.
La selección de poemas que ofrezco a continuación, constituye un rápido panorama sobre aquellos textos que he preferido en la obra de Jesús Orta Ruiz. Represento con ellos todas sus escalas estilísticas dentro de la poesía escrita y dentro de la oralidad, pero tomo como temas centrales de la muestra, aquellos en los que él brilló como poeta de elevada calidad: la familia, la muerte, el tono elegíaco, la esperanza por una vida mejor. La secuencia de los poemas no es exactamente la misma que Naborí siguió en sus libros, porque he buscado un sentido de continuidades temáticas para este libro, cuyo título es un verso de franca improvisación de la llamada “Controversia del siglo”, celebrada en 1955, y de la que ofrezco asimismo una muestra. Ojalá esta selección sea una ventana abierta al interés por la obra de uno de los más brillantes poetas cubanos del siglo xx.

 

VIRGILIO LÓPEZ LEMUS
La Habana, julio de 2007.

 

 

 

 

 

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE PROSA

A Gabriel García Márquez

Junto a mi cabecera
una mujer marchita,
celosa de la muerte,
está velando día y noche,
atenta a mis orines y mis heces fecales,
sustituyendo con los ojos suyos
los míos obsoletos,
dándome el alimento como a un niño,
bañándome, vistiéndome, besándome,
acariciándome las manos.

En un ambiente así
—no luna, no balcón, no prímola—,
si Romeo y Julieta
no hubieran decidido suicidarse
y hubiesen arribado a la vejez
ella, caído el seno y desdentada,
poniéndole un enema a su galán montesco;
él, enferma la próstata
y consumido el falo,
¿se mantendría la promesa del amor eterno?
No sé:
pero el amor en las postrimerías
es más prueba de amor que el suicidarse
una joven pareja enamorada,
pues los muertos no ven su pudrición.
Nosotros, sin embargo, pudriéndonos en vida,
palpando nuestras ruinas como los jaramagos,
continuamos amándonos,
cambiamos la pasión por la ternura
y reafirmamos que es posible
la eternidad en el amor.

 

Jesús Orta Ruiz

 

LA NANA

 

Cuando eras la vida,
la risa y el sol,
para que durmieras
te cantaba yo:
«Duérmete mi niño,
duérmete mi amor,
duérmete pedazo
de mi corazón”.
Así te dormías
ebrio de rumor,
como si un columpio
hubiese en mi voz.
Ahora que en tu pecho
se ha roto un reloj,
y sigues dormido
a pesar del sol,
cambio una palabra
de aquella canción:
Despierta mi niño,
despierta mi amor,
despierta pedazo
de mi corazón.

Mas sigues dormido,
sordo a mi dolor.
Despierta mi niño,
despierta mi amor,
despierta pedazo
de mi corazón.
¿Por qué no despiertas?
Parece que Dios
tiene otro columpio
más dulce en la voz.

 

Jesús Orta Ruiz

 

 

 

Presentación del Ateneo Republicano del Campo de Gibraltar


Cesar Alonso Viñas, Responsable del Ateneo

 

Intervención de Cesar Alonso Viñas

EL ATENEO REPUBLICANO DEL CAMPO DE GIBRALTAR HACE SU PRESENTACIÓN ANTE EL COLECTIVO GINER DE LOS RÍOS EN RONDA.

    El jueves 25 de septiembre a las ocho y media de la tarde en el Casino de Ronda, César Alfonso Viñas, delegado de la Línea, acompañado de Paco Acevedo, vocal de cultura, dio a conocer el Ateneo Republicano del Campo de Gibraltar ante los socios/as y colaboradores del Colectivo Giner de los Ríos en un acto donde también se presentaba y recitaba el poemario del decimista cubano, fallecido en 2.006, Jesús Orta Ruíz, “El Indio Naborí”.
     La Institución Libre de Enseñanza, fundada por Giner, estuvo muy vinculada a la II República. Algunas personas que se formaron en ella fueron: Azaña, Ortega, Lorca,  Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, etc. Debemos comprender la trascendencia que la iniciativa de este rondeño ha tenido en la historia reciente de España.
      El Ateneo Republicano presentó en Ronda el calendario de actividades que desarrollará en la comarca del Campo de Gibraltar durante los meses de octubre y noviembre y recordó que para el año 2.009 las dos asociaciones culturales tienen pendientes la realización conjunta de unas jornadas de estudio sobre “la república versus monarquía”.
     César Alfonso también explicó los objetivos del Ateneo y los tipos de actividades culturales que desarrolla según sus estatutos como Asociación Cultural.
      Se expuso a los asistentes la necesidad de dar salida a la crisis política estructural actual a través de un nuevo sistema, la III República, y de que el pueblo elabore una nueva Constitución, ya que el monarca no puede seguir por encima de la ley.
      Por último, se explicó que el Ateneo Republicano quiere transmitir a la ciudadanía los valores de justicia, memoria histórica, laicismo, libertad, igualdad y fraternidad, valores defendidos en la II República.

 

Cantos republicanos

          I
Bocas de fuego,
República valiente:
los fantasmas fascistas
hieren a muerte.

Ojos prisioneros
en un vendaval,
libertad, república
tierras para un pueblo
en paz.

          II
Metralla por las venas,
España sin poetas
las palomas, brigadas
de milicianas flechas.

El  jilguero ha perdido
toda su voz
y el cielo, brama con los aviones
de peligroso acecho.

En esta primavera
de violetas muertas
de mustias margaritas amarillas
y amapolas, sin trigo, tan desiertas

el  caballo lucha como el león,
el toro es un buitre y a su lado
se junta la serpiente, el  escorpión.

          III
Pueblo, alma  noble.
Pueblo,   alma de revolucionario.
Alberti, alma de paloma mensajera.
María Teresa de León, alma guerrillera.
Hernández, alma de tigre y fuego.
Lorca, alma de antifascista de manifiesto en flor.
Fernando de los Ríos, alma de lince
de Institución Libre en colegio laico.
Zambrano, alma de lechuza en tiempo nublado.
Don Manuel, hazaña de presidir una República  en España.
Álvarez del Vayo, valle de las democracias traicionado.
Largo Caballero, jinete áureo del proletariado, rojo estandarte
y cielo morado.
Negrín, alma argentina en la oscuridad absoluta,
furia española y doctor entre doctores.
Juan Ramón, alma de niño,
y corazón ermitaño.

                 
                     IV
Ejército leal
(campesino, maestro,
poeta, filósofo,
marino, proletario…)
hazte granada en una sola mano
contra fascistas, halcones de hierro.

Águilas de acero
traicionan a España
garras afiladas
al pueblo desangran
desde el cielo.

Ellos  no son españoles
patriota es la bandera
de diversos colores.

                

 

 

  V
Gritan los ríos de España,
clama el cielo de plomo
la luna roja:
y el sol eclipsa al águila bicéfala.
Nubes de azufre,
hierro en los campos.
La paloma alma de equivocación,
era el fascismo el que nos traicionaba.
Federico, granadino nazarí, diván maltratado;
Jiménez, rosa lapidada
entre los rascacielos;
Don Antonio, caminante
sin retorno posible.
Miguel, alma de trino enjaulado.

                       VI
Armada Roja, proletario unido
combate el guerrillero en las montañas
campesinos en todas las campañas
y brigadas hermanas han venido

al fervor de las bravas milicianas,
los poetas del pueblo sobreherido
sueltan el verso más comprometido
opuesto a la Iglesia y sus campanas.

Lucha total contra la oligarquía
dueña del capital y de la tierra
que esclaviza al hombre más sencillo

¿quién fuera ese afilado cuchillo
que corta el aire duro de la guerra
con templado acero de utopía?

                       
                VII
Luchad republicanos
que los militares
no son vuestros hermanos,

hermanos son los obreros del mundo, donde
vive  Cuba libre contra genocida  bloqueo
lucha Venezuela libre contra  hegemonía
lucha Bolivia libre hacia oligarcas fascistas;

si  Robespierre hubiese estado junto a nosotros
diferente gallo hubiese cantado
bajo la gran bandera de los poetas
se oiría el himno nacional del pueblo.

Por César Alfonso Viñas.

 

 

Música a cargo de Juan Miguel Melgar Becerra, de Arriate

 

 

Tertulias de Poesías
“El Cinco a las Cinco”
Organizadas por:
Colectivo Cultural “Giner de los Ríos”



Cuadernitos de Poesía:
 Septiembre 2008: Sexta Temporada
Homenaje al Decimista Cubano
JESUS ORTA “Indio Naborí”


Próxima tertulia


Jueves, 30 de octubre de 2008

Patio Central del Círculo de Artistas
20,30 horas


Poeta invitado:
Carlos García Salas

Relato corto:
José Miramón López, de Arriate

Pinturas de:
Juan Manuel Parra

Música
Bandas sonoras de películas a cargo de José Mª Lacomba

 


 



Biografía | Tertulias | Actividades | Publicaciones | Bibliografía | Album